ANDREA GARCIA




TEJIDOS URBANOS
«La obra de Andrea García es visualmente seductora, conceptualmente inquieta y, lo mas importante, profundamente pertinente en sus propósitos de concientizar, no solo del daño ambiental y social que acarrean los despojos de la sociedad de consumo, sino también acerca de la posible pervivencia utilitaria de los deshechos y de sus posibilidades creativas».
La obra de Andrea García no podía ser más acertada en sus contenidos y reflexiones. Su trabajo es simultáneamente original y ambicioso, moviéndose, como corresponde artísticamente en este siglo, entre las coordenadas de lo estético y lo sociológico. Lo estético porque cada obra implica consideraciones de escala, peso, materiales, color, textura etc. , de manera que conformen un todo armónico y atrayente. Y que además sea formalmente original y que su ejecución y resultado reflejen la otra parte de su obra, es decir, su contenido.
García es una tejedora innata y su entrecruzamiento de hilos da por resultado un textil cuyas tramas y urdimbres, recubiertas con laminilla de oro, plata, o cobre, se ilumina a sí mismo por el brillo inherente de los metales, mientras cae fluidamente sobre algunos obstáculos que le aportan tridimensionalidad. Los tejidos con materiales de desecho en cambio, especialmente los de plástico, se mantienen estáticos sobre los muros o dispuestos a la manera de esculturas convirtiéndose en verdaderas concentraciones de fulgores, en tractivos enjambres de luces y reflejos.
Su obra es visualmente seductora, conceptualmente inquieta y, lo más importante, profundamente pertinente en sus propósitos de concientizar no solo acerca del daño ambiental y social que acarrean los despojos de la sociedad de consumo, sino también acerca de la posible pervivencia utilitaria de los deshechos y de sus posibilidades creativas. Para la artista los desechos son un reflejo del tejido social y por lo tanto, perfectamente transformables.
Eduardo Serrano.